Sin Memoria, sin Deseo, sin Comprensión, sin Impresiones Sensoriales


Habitué de cócteles y reuniones formales entre analistas formales (#oximorón), el silogismo bioniano para la escucha analítica es el objeto de esta entrega: sin memoria, sin deseo y sin comprensión.

WRBion siempre temió que sus escritos resultasen aceptables, respetables, aplaudidos... y nunca leídos. Quizás sea un poco esto lo que ocurre con esta idea profunda acerca del estado mental adecuado para el analista. Quizás también por eso es que se la somete a ella y a su aplicación a las más curiosas mutilaciones.

La frase es vulgarmente conocida como “sin memoria y sin deseo”, soslayándose una tercera parte igualmente importante: la comprensión. Aunque acá no termina la poda, se sustraen del enunciado también las impresiones sensoriales, como un velo que opaca la visión de los hechos tal cual son.

Sobre cómo leer a WRBion

Deje el lector desprevenido sus caparazones y corazas colgadas en el perchero de la entrada. Traiga consigo abundante tolerancia a lo desconocido: se avecinan terrenos plagados de herencias no mendelianas, pensamientos sin pensador, ideas salvajes que buscan ser domadas, métodos precisos de notación, vestigios de cuando éramos animales, transmisión de experiencias a través del tiempo y del espacio.

Wilfred Rupert Bion es un pensador inquieto que requiere del lector mucha generosidad mental y temporal. Es un autor para leer en bloque y salteado. O en orden cronológico. O conceptual. Lo que sí es imposible hacer es leerlo a las corridas o buscando definiciones precisas respecto de tal o cual tema.

Parafraseando a Cortázar, la obra de Bion es un modelo para armar.